A veces pienso que la felicidad es por un instante, algo que estuve esperando hace tiempo; sin saber que la verdadera felicidad se gana en el tiempo que espere que llegara eso tan deseado.
Vivimos en un mundo en el que las personas solo piensan en ellos mismos y después, en ellos, y más tarde en ellos otra vez; y si luego les da por ahí, pueden que se preocupen del perro de la vecina. Porque las reglas no están escritas, pero tú, puedes cambiarlas. Porque, que si aquí nada es justo, yo seré injusta. Si son unos cabrones, a mi a eso nadie me gana. Si quieren que juguemos, jugaremos, con las mismas cartas

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